Decía en mi entrega anterior que nuestra ingenuidad ante la llegada de la televisión a nuestro país, a pesar de los problemas que ello implicaba, trajo bondades. Esa primera televisión proyectó a Venezuela de modo artesanal, sin empresarios que vieran en este medio mayor negocio, y sin la ‘cartilla’ del adoctrinamiento capitalista, que llegaría con fuerza años después.
La Televisora Nacional, primera señal del Estado venezolano, y primera señal de la televisión emitida en diciembre de 1952, transmitió programas como El cuento musical y La canción venezolana, allí desfilaron nuestro Alfredo Sadel, Las voces blancas y Juan Vicente Torrealba, también espacios como El cofre del saber, o Abajo cadenas. Incluso Radio Caracas Televisión, nacida a finales de 1953, transmitió espacios Humorísticos inspirados en lo venezolano como Frijolito y Robustiana y Qué lindo es quererse.
La televisión venezolana nació proyectando a la Caracas que apenas abandonaba sus techos rojos, al hombre del liqui-liqui y alpargatas, a la riqueza musical y la danza hecha en Venezuela, y las grandes obras de nuestra literatura a través del programa ‘El teatro televisado’, aún no era la época del monopolio de las historias ‘rosa’ de Caignet, ni de Delia Fiallo.
Pero esa calidad no duraría mucho tiempo, de esto hablaré en la próxima entrega.
Ennio Di Marcantonio
enniodimarcantonio@yahoo.es
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