Nadie me lo pidió pero siento la necesidad y la premura (acaso
por impotencia) de llamar a quienes pueda y como pueda para
convencerlos de conectarse con Venezuela. Convencerlos de saberla y
de sentirla, convencerlos de entenderla y acompañarla con lo que se
tenga y como se debe. Convencerlos, en fin, de hacer saber a la
revolución venezolana cuánto nos importa y cuánto la necesitamos
triunfante y contundente. No estaría mal. Veamos.
Venezuela ha llevado la lucha de clases a un plano más avanzado
que había sido silenciado de mil maneras. Casi sería necesario
agradecer a sus agresores y golpistas la diversidad de canalladas, la
velocidad y la abyección invertidas para organizar sus ataques
porque eso nos simplifica las tareas, nos ahorra esfuerzos y nos
esclarece el camino de la revolución. Hoy es extraordinariamente
claro que la Revolución Venezolana nos beneficia a todos (a todos
los proletarios que buscamos la unidad) para acortar distancia entre
la realidad que nos abruma y la conciencia que necesitamos para
actuar correctamente. El pueblo revolucionario de Venezuela se ha
propuesto destruir a la burguesía eso es un gran ejemplo, es una
inspiración y es una conquista magnífica. Es preciso que se expanda
y se profundice. Voten todos.
Veamos. Los logros ejemplares de la revolución venezolana en
materia de salud, vivienda, educación y trabajo… son, entre mil
cosas, un regalo y una escuela que, en el tiempo brevísimo que lleva
la revolución, ya produjo beneficios directos e indirectos a muchos
pueblos y camaradas latinoamericanos (y no solamente). La lista es
enorme si sólo tomamos como ejemplo el aporte de las “Misiones”
que abren los ojos venciendo enfermedades, que abren los ojos del
alma y del pensamiento.
Veamos. Venezuela con su revolución socialista nos ha regalado la
certeza definitiva de que la lucha por la dignidad conduce al triunfo
de las aspiraciones democráticas más profundas y sinceras de los
pueblos. La palabra de esta Venezuela revolucionaria es hoy en el
mundo la palabra de la esperanza y del compromiso que anima a muchos
y que despierta a los pueblos. Le debemos a esta Venezuela
revolucionaria su fortaleza simbólica, su riqueza histórica, sus
valores combativos y su moral guerrera que, pese a los pesares,
endógenos y exógenos, no pierde el rumbo y no pierde la calma.
Veamos. Las cifras de Venezuela, aun en el momento de la peor
crisis económica mundial (ocasionada por el capitalismo y sus
perversiones) sostienen su ritmo real de crecimiento y sus programas
fundamentales de desarrollo revolucionario. Ningún país europeo con
la petulancia de llamarse “primer mundo” pude decir (a estas
horas) lo mismo. Venezuela ha dado pasos firmes hacia la
planificación de la economía subordinada al beneficio colectivo y
hacia la subordinación de la política a la voluntad democrática y
la justicia social. Hay cifras a raudales. Muy pocos pueden presumir
lo mismo.
Por esto y más, propongo que nos propongamos la tarea de hacer
saber a Venezuela cuánto nos importa y cuánto de vital tiene para
todos nosotros un triunfo democrático contundente en sus elecciones
próximas. Hacerle saber, de mil maneras, qué aprendimos, qué
recibimos y qué agradecemos de su esfuerzo, talento y ejemplaridad
revolucionaria. Hacerles saber que sus triunfos nos hacen falta en la
medida en que ellos hacen lo que muchos no podemos. Por ahora.
Pero se trata de hacerlo saber para animar a los convencidos, a
los dudosos y a los no convencidos también. Para movilizar una
corriente mundial de aliento que sea contagioso y que saque a todos a
votar ante las elecciones venideras. Que se logren cifras record, que
la afluencia sea inédita. Que salgan todos y que voten todos
acompañados fraternalmente por cientos de pueblos hermanos que se
saben beneficiados y co-responsables por el ascenso de la revolución
y su multiplicación mundial. Que logremos hablar al corazón de cada
venezolano y también al pensamiento de cada venezolano que lleva a
hombros el trabajo de profundizar la revolución para que sepa cuánto
vale para nosotros fuera de su país y cuánto nos importa su obra
colectiva y socialista. Que sienta, pues, en sus manos (a la hora de
votar) la responsabilidad histórica y el privilegio de tener el
pulso hermano de millones de almas solidarias en todo el mundo.
Se trata de abrir un espacio para una campaña internacionalista
que le cuente a Venezuela la importancia de sus votos y cuánto nos
urge, en cada país, su triunfo ejemplar en las elecciones próximas.
Pedir por todos los medios mensajes para el pueblo revolucionario de
Venezuela, que le cuenten por qué es tan valioso su voto y por qué
la revolución venezolana es responsabilidad internacional. Se trata
de encontrar una y mil maneras de hacer llegar mensajes… y luego
replicarlos para que se muestren en todos los medios alternativos y
comunitarios, prensa obrera, prensa de movimientos sociales, prensa
universitaria… blogs, páginas, twitters… La idea es generar una
movilización comunicacional que llegue a todos (incluidos los
indecisos) para salir a votar porque un continente entero acompaña
las elecciones y depende también de su triunfo. ¿Nos ayudas?
buenabad@gmail.com