El comandante Hugo Chávez nos ha puesto ese objetivo: en el 2019, Venezuela debe ser declarada libre de pobreza.
Hay que repetirlo, pensarlo, comentarlo, debatirlo. Debemos proponernos reflexionar profundamente sobre este gran objetivo nacional. ¿Qué significa que Venezuela no tenga pobreza? ¿Qué significa como desafío, proponernos que este objetivo se cumpla en un plazo de tan sólo nueve años, cuando han pasado tantas generaciones que ni pudieron soñar con vivirlo? Hoy no nos parece imposible, si vemos como ha madurado la Revolución. Pero tampoco parece fácil, si vemos todo lo que falta.
Faltan, al menos, ganar dos batallas electorales importantes. En el corto plazo, las próximas elecciones a la Asamblea Nacional, en la que necesitamos lograr los dos tercios para poder seguir avanzando con las leyes revolucionarias, necesarias para transformar el Estado que aún tiene una estructura capitalista rentística y que queremos convertir en un Estado socialista, comunal y productivo.
Y en el mediano plazo, tenemos las elecciones presidenciales de 2012, que seguramente definirán el rumbo firme hasta el 2019, año en el que aspiramos declararnos libres de pobreza, un anhelo de todos los hombres y mujeres de bien en la historia de la Humanidad.
Falta seguir derrotando las maniobras imperialistas, las abiertas, las encubiertas, las directas y las indirectas. Desde la manipulación de las mentes y los sentimientos, hasta la amenaza militar y el peligro del magnicidio.
Falta transformar a la Venezuela rentística en una Venezuela productiva. Falta mayor y profunda integración, complementación y cooperación con los países hermanos de Nuestra América, para cortar el cordón de la dependencia con los países industrializados del Norte y vivir con lo nuestro.
Falta lograr la justicia distributiva. Porque la tarea de eliminar la pobreza en Venezuela implica, aunque algunos no se atrevan ni a pensarlo, eliminar el privilegio.
Falta que logremos la independencia cultural, que los pobres no sueñen con ser ricos. Porque esas cadenas invisibles, espirituales, de costumbres, son a veces las que más nos impiden seguir avanzando.
Para todo esto se necesita mantener el liderazgo de Hugo Chávez. Pero además, el Poder Popular deberá desarrollarse como nunca antes lo hemos imaginado. Hay profundas razones para crear que podemos lograrlo. Tenemos que actuar en consecuencia.
Mónica Saiz
Saiz.monica@gmail.com
Fuente: Diario, Correo del Orinoco. Columna, la Canalla Mediática. Viernes 17 de Septiembre de 2010.
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