El ser humano constituye desde el punto de vista biológico una especie animal bajo la denominación científica de Homo sapiens. Hasta la fecha, el hombre ha descrito alrededor de 1,75 millones de especies en el planeta. Resulta contradictorio que las clasificamos, las estudiamos, las contamos y al mismo tiempo las condenamos. Más absurdo es, que Homo sapiens etimológicamente significa Hombre Sabio, y es precisamente sabiduría lo que le ha hecho falta a la humanidad durante los últimos 200 años, ya que el modelo voraz de explotación del ambiente nos ha llevado a desforestar millones de hectáreas de bosques, a contaminar millones de litros de agua y llevar a la extinción a miles de especies, con el única intensión de que unos pocos acumulen capital.
El capitalismo ha hipotecado el futuro de la vida en el planeta y condenando a la Pachamama. Como dijo Víctor Hugo, "Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha". Nuestra Madre Tierra nos ha estado enviando señales: los cambios climáticos, son una muestra de ello. Millones de personas han sufrido en los últimos años los efectos de las intensas inundaciones y sequías, llevando a muchos hasta la muerte.
Pero la humanidad parecer estar atrapada en un laberinto de marquesinas, en un espiral vicioso de producción y consumo que no ve más allá del hoy. El capitalismo ha reducido al hombre –y la mujer- a simples agentes económicos, y les ha hecho creer que son dueños y señores de todo, y por tanto tienen la discreción de hacer y deshacer en su propiedad; basados en una concepción ideológica que coloca al mercado, como un todopoderoso.
Como consecuencia de esa concepción, a muchos se les olvida que la Tierra no es herencia que recibimos de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos. La Pachamama clama y pide auxilio para que cambiemos el actual modelo de “desarrollo” y nos replanteamos la relación con ella, porque las acciones depredadoras que ha hecho el capitalismo atentan contra la vida y el futuro. Iniciamos un nuevo año, una nueva década y se abre la oportunidad para que con pequeñas acciones generemos grandes cambios, y enfrentemos los problemas globales con acciones locales. Nosotros los jóvenes tenemos la responsabilidad de sensibilizar a la sociedad entorno a la situación ambiental que vive nuestro planeta, y también a asumir acciones concretas por nuestra Pachamama, no tenemos tiempo que perder, emprendamos la lucha por la vida y por la humanidad.
Heryck Rangel Hernández
Caracas
En twitter: @heryckrangel
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